Tejiendo la sabiduría Las mujeres de mi país son capaces de coserle un botón al viento: recuerdo este verso del poeta colombiano Juan Manuel Roca cada vez que traigo a mi memoria alguna de las impactantes obras de Olga de Amaral. Pero ella, a diferencia de una abuela sentada a la máquina de coser, se ha dedicado a hilar obras de arte como ninguna otra tejedora de nuestro tiempo. Olga de Amaral, ciertamente no cose, porque no tiene fisuras para unir. Ella teje, en su telar, que es, según sus propias palabras «un mapa del ser humano y del mundo, una perspectiva del universo». El trabajo artístico de Olga de Amaral es el producto de una reflexión permanente sobre el sentido de hilar una “cuerda”, como ella llama a sus hilos únicos, con otra, hasta lograr sus estructuras de colores pro- fundos, de oro o de plata, en sí mismos una revelación. Olga de Amaral, con sus manos creadoras, ha puesto el oficio del tejedor en la cima de las artes plásticas. Mujer, tejedora, andina, Olga de Amaral ha roto todo esquema del modernismo para generar una obra conmovedora que no admite clasificación. Su trabajo es, sí, producto de una dedicación pasional a la creación de texturas descritas por la crítica como espacios ruituales, como superficies sacras, en las cuales se plasman la tradición de los tejidos andinos, el valor simbólico precolombino de los metales preciosos, y la abstracción más profunda del paisaje. Olga de Amaral recupera también la dimensión estética de un oficio que se transforma en arte dado el dominio de la técnica y la maestría del resultado. La sapiencia de sus manos de artista -y la de su equipo de tejedoras-, la pasión por los materiales y la impecabilidad de la obra hacen de cada uno de sus trabajos, piezas con vida propia. Estar frente a una creación de Olga de Amaral es como estar ante a una trama im- buida de gracia. Todo ello anima al Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia a presentar con beneplácito, y con orgullo, esta importante exposición. Espero que el público europeo encuentre la muestra tan apasionante como yo. —M a r í a C l a u d i a Pa r í a s D u r á n directora de asuntos culturales, ministerio de relaciones exteriores 5

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