e s t e l a s , n u e v o s p a i s a j e s , o b j e t o s c o n a l m a • 5 En el proceso de creación artística hay momentos de detención y otros de aceleración. La obra de Olga de Amaral está pasando por el momentum que se encabalga entre esas dos instancias. ¶ Quien observe esta exposición hecha con el ánimo de mostrar estos encabalgamientos de instantes y de procesos deberá saber algunas cosas que se han venido susurrando en un diálogo relativamente secreto. O, por lo menos, acompañarnos en algunas preguntas. ¶ ¿Cómo, con qué voz llegar a los silencios de un artista? ¿Cuál es la verdad de estos nudos y estas bandas, en suma de estos elementos? ¶ ¿Cómo una mujer añora una casa que no conoce, y, para qué la quiere? ¶ ¿Para qué todo el gran trabajo con los azules, muy marcado en cierta época; cómo pasa, después, por un trabajo sobre el oro y con el oro y, por qué, luego se desliza de nuevo hacia los soles negros, ya queridos en las lenguas gnósticas y en el esoterismo de Víctor Hugo y, luego, se desgaja en visiones de mundos aparenciales que terminan en la conciencia del barro elemental? ¶ ¿Dónde va el barro? ¿Al comienzo, junto al verbo, o al final, en los umbrales de Tierradentro, en la conciencia de los hipogeos, a poca distancia del Lavapatas agustiniano, o más allá, con exigencias muy visuales, en la dolorida experiencia de una fotografía de un farallón, en la caída de la sabana de Bogotá, abismada la mirada hacia el trópico caliente, hacia las flores de siempre, que vio y clasificó el sabio Mutis y que su tataranieto, llama, en su libro de poemas de 1954, los Elementos del Desastre? ¶ Hacia donde vaya la mirada de esta artista nos está proponiendo enigmas: ¶ Esta exposición, con algunos elementos de experimentación y de propuesta abierta, debe ayudarnos a acompañar y a acompasar las rítmicas más elementales y a la vez más sofisticadas, de estos procesos de aceleración y detenimientos. ¶ Qué nos deparará, cuando el barro entre de nuevo a brillar como oro tal como lo veían ensimismados los aborígenes. ¶ Qué nos deparará esta mujer que nació en un país de aguas limpias, ahora, cuando todas están sucias y contaminadas y ella se obstina en que miremos con los ojos entrecerrados por el brillo de las lágrimas a través de las cuales se muestra una verdad, entre la ceguera del mundo de las apariencias y la verdad del mundo del arte. A L G U N A S P R E G U N T A S

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg5NjMy